Es el suplemento del momento. En las redes sociales se lo menciona como el remedio infalible para dormir mejor o mejorar el tránsito intestinal. Sin embargo, más allá de las modas, el magnesio es un mineral esencial que participa en más de 300 procesos de nuestro organismo. Y más allá de las recomendaciones en Tik Tok o Instagram, ¿qué dicen los especialistas sobre lo que sucede en el cuerpo al hacer de este nutriente un consumo diario?
A pesar de que se encuentra de forma natural en alimentos tan comunes como las verduras de hoja verde, los frutos secos y las legumbres, muchos adultos no llegan a cubrir la dosis mínima recomendada. "El magnesio es fundamental para muchas funciones del cuerpo y desempeña un papel fundamental en todo, desde la salud ósea hasta la función nerviosa", afirmó Erin Palinski-Wade, dietista y experta en diabetes al medio especializado Eating Well.
¿Qué sucede en tu cuerpo al tomar magnesio todos los días?
Aliado del corazón y de los huesos
Uno de los mayores impactos del magnesio ocurre en el sistema cardiovascular. Al actuar como un electrolito, ayuda a mantener el ritmo cardíaco regular y a relajar los vasos sanguíneos. Según Toby Amidor, nutricionista titulado: "Algunas investigaciones demuestran que la suplementación con magnesio puede ayudar a reducir la presión arterial, aunque sea en pequeña medida". Esta pequeña diferencia puede ser vital si se combina con una dieta baja en sodio.
Por otro lado, su relación con el calcio es estrecha. No sirve de mucho consumir lácteos si los niveles de magnesio son bajos, ya que este mineral ayuda a regular la vitamina D y el calcio en el cuerpo. "Es un nutriente clave para prevenir la pérdida ósea y la osteoporosis", añadió Palinski-Wade, señalando que quienes consumen suficiente magnesio suelen tener una mayor densidad mineral ósea.
Metabolismo bajo control y mejor descanso
El magnesio también juega un rol silencioso pero potente en la prevención de la diabetes. Al contribuir al metabolismo de la glucosa, ayuda a estabilizar los niveles de azúcar en sangre. Amidor explicó que una ingesta adecuada puede mejorar el síndrome metabólico al reducir no solo la hiperglucemia, sino también los triglicéridos altos.
En cuanto al sueño, uno de los beneficios más buscados, la ciencia sugiere que su efecto está relacionado con la relajación. Si bien se necesitan más estudios para confirmarlo como un somnífero directo, Palinski-Wade sostiene que un nivel adecuado ayuda a regular el estado de ánimo, disminuyendo el estrés y la ansiedad, lo que se traduce naturalmente en una noche de descanso más reparadora.
Cómo detectar si te falta este mineral
Aunque una deficiencia total no es lo más frecuente, el consumo insuficiente puede manifestarse de formas sutiles. Los primeros síntomas suelen ser fatiga, debilidad y pérdida de apetito. En casos más persistentes, pueden aparecer calambres musculares, entumecimiento e incluso cambios en el ritmo cardíaco.
Para evitar llegar a ese punto, lo ideal es priorizar las fuentes naturales. Las semillas de calabaza, las semillas de chía, las almendras y las espinacas son verdaderas "bombas" de magnesio. Un hombre adulto necesita entre 400 y 420 mg diarios, mientras que una mujer requiere entre 310 y 320 mg. Ante la duda sobre si es necesario recurrir a un suplemento, la recomendación siempre es consultar con un profesional para ajustar la dosis exacta a cada necesidad.